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AIN 26
cultura-patrimonio
Descubren caracteres chinos en reconstrucción de catedral
Yeneily García García

Cienfuegos, 4 feb (AIN) Varios ideogramas chinos fueron descubiertos
durante las labores de reconstrucción de la Catedral de la Purísima
Concepción, en esta ciudad.
Especialistas de la Oficina del Conservador de la Ciudad anunciaron el
hallazgo de las inscripciones, únicas de su tipo en la provincia, las
cuales salieron a la luz debido al trabajo de desconche en las columnas del
templo.
Estudiantes de China en la urbe cienfueguera, colaboran en la traducción
de los caracteres, en los que pueden leerse mensajes sobre el cuidado del
edificio y posibles fragmentos de poemas líricos o un diario.
Los escritos, encontrados en la parte más antigua de la iglesia, la cual
data de 1833, pueden indicar la utilización temprana de obreros
procedentes del país asiático en la localidad.
La entrada al territorio de inmigrantes de esta nación data de principios
de 1880, cuando el edificio religioso estaba terminado.
Según Mery Pérez Lorenzo, especialista del Departamento de
Investigaciones Históricas Aplicadas, el equipo investigativo se encuentra
en proceso de revisión de toda la bibliografía disponible sobre el tema,
además de un exhaustivo análisis de los archivos parroquiales, en busca
de indicios que demuestren la presencia de estos trabajadores extranjeros.
La Catedral de la Purísima Concepción está ubicada en la antigua
Plaza Mayor –hoy parque José Martí- , eje del centro histórico de
Cienfuegos, declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad en el año 2005.


ygg/tj 09 1047


Y/ahora/de/LaNegra

AIN 27
s.e.-sociedad
VENTANAS: El árbol patas arriba
Yudiht López Ramos

Según la leyenda, el diablo castigó al baobab volteándolo de cabeza,
debido a esto, el ejemplar, considerado uno de los árboles de mayor
volumen en el reino vegetal, da la impresión de llevar las raíces hacia
arriba.
El baobab, de nombre científico Adansonia digitata, pertenece a la
familia Bombacaceae y es originario de la zona tropical y subtropical de
África.
Habita en lugares de escasas precipitaciones y sobrevive durante largas
sequías de hasta seis meses o más.
Plantado en su lugar de origen puede alcanzar una altura de 25 metros y
desarrollar un grueso tronco, hueco la mayoría de las veces, en forma de
botella ventruda de unos ocho o nueve metros de ancho, donde podría
almacenarse agua para una población pequeña.
Antoine Saint-Exupery lo menciona en su libro El Principito y señala el
peligro de su enorme talla para un espacio tan pequeño como el asteroide
que le sirve de hogar al personaje infantil.
Famoso mayormente por su abultado porte, pocos reconocen sus propiedades
como valiosa fuente de alimento, forraje, medicinas y abrigo, además de
servir en la fabricación de útiles y canastos.
En tribus y otros asentamientos africanos utilizan sus semillas en la
cocción de alimentos. Las fríen y machacan con agua caliente para obtener
una pasta, la cual dejan fermentar por varios días. Luego, cuando está
seca y la trituran para usarla como condimento en las sopas y salsas.
De un sabor agradable y punzante, la pulpa es rica en vitamina C.
En el continente africano le hacen un agujero a la dura piel del fruto,
introducen agua por él y remueven el interior con un palo para así
fabricar una limonada instantánea.
La corteza y otras partes del baobab resultan útiles para combatir
enfermedades, pues poseen propiedades sudoríficas y febrífugas, además
de constituir remedio eficaz para las disenterías y diarreas.
Este árbol, capaz de vivir por más de mil años, fue introducido en
Cuba durante el siglo XIX.
Para algunos habitantes de África son sagrados. Se dice que las
personas que son dignas de sepulturas especiales son depositadas en el
interior de un tronco ahuecado y se plantea que queda momificada sin previa
preparación.



ylr/tj 09 1056